En Haiku-Futon entendemos que una de las más innovadoras herramientas de cambio es la metodología del ecodiseño que se define como la integración de los aspectos medioambientales en el diseño del producto con el fin de mejorar su comportamiento medioambiental a lo largo de todo su ciclo de vida.

En el análisis del ciclo de vida de los productos se encuentra la clave del ecodiseño. William McDonough y Michael Braungart popularizaron así el concepto de “Cradle to Cradle” en contraposición al concepto de la cuna a la tumba propia de los procesos de producción y consumo de final de tubo.

Como explican ellos la revolución industrial se hizo bajo el credo de más, más, más, más trabajo, más personas, más productos, más negocios, más mercados. Fue una revolución económica provocada por el deseo de aumentar el capital, se buscaba la eficiencia y esto supuso cambiar el trabajo manual por el de mecanización eficiente. Los diseños se limitaban a lo práctico, lo provechoso, lo eficiente y lo lineal. La industria se enriquecía convirtiendo los recursos en productos que se venden y se arrojan a algún tipo de tumba cuando al de poco tiempo dejan de ser útiles. Los diseños de la cuna a la tumba dominan la fabricación actual. El objetivo de la eficiencia lleva a producir con el mínimo tiempo, el mínimo esfuerzo y al menor coste.

La cumbre de Rio1992 dio luz a la “eco-eficiencia”, esta trasformaría un sistema que produce y tira en otro que integra preocupaciones económicas ambientales y éticas. Se trataba de hacer más con menos y surgieron así las “3 Rrs”: reducir, reutilizar y reciclar.

William McDonough y Michael Braungart han ido más allá dejando de lado el antiguo modelo producto-desecho y su unida “eficiencia” y asumiendo el reto de ser «efectivos». Su concepto de la efectividad significa trabajar sobre las cosas correctas, en lugar de hacer que las cosas incorrectas sean menos malas. Una vez de que estas haciendo las cosas correctas entonces si tiene sentido hacerlas bien con la ayuda de la eficiencia entre otras herramientas. Cuando se trabaja bajo el prisma de la “eficiencia” se busca alargar el ciclo natural de vida del producto y no ya reciclar sino supraciclar, reconvirtiéndolos al final de su vida en algo de mayor valor, en nutrientes o abonos, eliminando así la idea de residuo o basura inexistente en la naturaleza.

El concepto de “Cradle to Cradle” propone un nuevo diseño de productos y procesos en un sistema que adopte una estrategia para el cambio, más allá de la “eco-eficiencia”, la estrategia de la “eco-efectividad”.

“Cradle to Cradle” se ha constituido también como marca que certifica los productos cuyo análisis del ciclo vital dirige su enfoque hacia el ecodiseño.

Los criterios de certificaciones se concentran en las características de sostenibilidad de los materiales, productos y sistemas. Evalúa los impactos de los productos sobre la salud y medioambiente. Mide la capacidad del producto para ser reciclado o usado como abono sin entrañar peligro. Cuantifica la calidad de la energía y la cantidad de agua que se utiliza para crear un producto. Valora la responsabilidad social de los fabricantes.

En la biosfera coexisten todos los ecosistemas naturales en un equilibrio delicado pero eficaz y efectivo. En la naturaleza todo tiene una razón de ser, no existe el concepto “residuo” lo que hace al sistema natural autosuficiente, sostenible y perfectamente diseñado.

Nuestro compromiso

En Haiku-Futon nuestro compromiso con el ecodiseño nos lleva a desarrollar la estrategia de la “eco-efectividad” para ir en el camino de “Cradel to Cradel” y esta estrategia la plasmamos en tres reglas básicas.

  • Elegir cuidadosamente las materias primas según el criterio de su sostenibilidad. Utilizamos así la madera maciza porque es el único material que cumple la doble función de almacenar el CO2 previamente adsorbido por los árboles y al mismo tiempo reducir las emisiones de CO2 a la atmosfera. A lo largo de su ciclo de vida la madera apenas consume energía y al final de él se convierte en nutriente para el suelo. Por ello es un material ejemplo de sostenibilidad.
  • Utilizar los recursos locales es una práctica indiscutible de sostenibilidad, por ello en Haiku-Futon el 90% de la madera de todos nuestros muebles es del País Vasco y de Europa, principalmente de Francia, país vecino.
  • Diseñar los productos para su durabilidad, tratando de alargar su ciclo de vida lo más posible y acabar así con la cultura de usar y tirar tan presente en nuestra sociedad desde hace tan solo unas décadas, pero tan firmemente asentada que parece a muchos algo normal, consustancial y necesario en nuestra sociedad y progreso. Estos hábitos son una causa importante del agotamiento de nuestros recursos. El lema para nuestros muebles es que son “para toda la vida” y para ello los diseños son atemporales, fáciles de montar y desmontar, de forma que resulte sencillo una posible reparación de piezas concretas que se desgasten o rompan con el uso prolongado y versátiles para que puedan adaptarse a usos diferentes según las distintas necesidades y circunstancias de la vida. Es importante entender también que para que las cosas duren mucho tiempo tenemos que aprender a cuidarlas.

En Haiku-Futon sabemos que trabajar en el ecodiseño es un bonito y largo camino que tenemos que ir desarrollando, recorriendo y compartiendo con todos aquellos que tengan interés en ello, porque queremos participar activamente como empresa en la creación de una sociedad mejor.

Sabéis que vuestras opiniones, sugerencias y experiencias son muy valiosas para nosotros, podéis utilizar este espacio para compartirlas.

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